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martes, 28 de octubre de 2008

UN HASTA PRONTO A JUAN CARLOS VIRREIRA, ORGULLO TARIJEÑO

Vladimir Avila-Reese
Email: avila@astroscu.unam.mx

LAS PALABRAS SIEMPRE FALTAN ante la muerte. La esperanza en la trascendencia al más allá y el perdurar en nuestras memorias del que partió, es lo único que puede secar por instantes esas lágrimas que brotan de lo más profundo del alma, de lo más recóndito del recuerdo. Se nos fue Juan Carlos Virreira Méndez, se nos fue un gran amigo, un gran compañero (Promoción 85 La Salle), un gran hombre que a su corta edad hizo historia en Bolivia. A su madre, hermanos, esposa e hijos, todo nuestro apoyo y cariño en este momento de dolor que compartimos.


JUAN CARLOS ERA lo que se puede llamar un joven exitoso y triunfador. Siempre estudiante destacado, supo aplicar sus conocimientos para consolidarse como un próspero empresario, gerente y consultor. En ese su ferviente deseo por aportar a Bolivia y trabajar por ella, incursionó también en la política y en poco tiempo estuvo en las primeras planas de la administración del país en calidad de Ministro de Industria, Comercio y Exportaciones (2002-2003) y luego como Delegado para la Revisión y Mejora de la Capitalización (2003-2004)
, cuando valientemente puso al descubierto los manejos nada transparentes de las petroleras transnacionales. No hay duda que en él se gestaba el perfil idóneo de un futuro candidato a la presidencia del país.

EN JUAN CARLOS HABÍA ALGO MÁS que la búsqueda del éxito: él llevaba en sus raíces ese compromiso de lucha por la justicia y la verdad, por la construcción de una sociedad de progreso y de iguales oportunidades para todos, de declararle la guerra, no a la pobreza, sino a las formas injustas de enriquecimiento. Esas raíces fueron cultivadas por sus padres. Don Mario Virreira inculcaba en él y en sus pequeños amigos el amor por el conocimiento y la consciencia política, la verdadera política.

ESO ME REMONTA A NUESTROS AÑOS MOZOS, primera mitad de los 80's, allá en la añorada Tarija. Eramos un puñado de adolescentes preocupados por la crítica realidad de nuestro país, por la mediocridad e insuficiencia del sistema educativo boliviano. Juan Carlos Virreira, Ocá Prada, Leo Barrón y algunos compañeros más solíamos sostener largas reuniones de “análisis y planeación de estrategias” para curar al país, a veces intercaladas con partidas de billar o ajedrez. Luego pasamos a la práctica: sacar un quincenario, ganar la presidencia de los estudiantes en la escuela, organizar campañas de ayuda al menor, etc. Juan Carlos, Pingüino como le decíamos de cariño, era el que solía tener más claridad y capacidad ejecutiva entre nosotros.

SUMIDO EN LA TRISTEZA, le echo un vistazo al segundo número de “Visión Juvenil”, el quincenario que logramos sacar en aquellos tiempos. Una de las contribuciones de Juan Carlos en este ejemplar fue un ameno reportaje que hizo del Observatorio Astronómico de Santa Ana, donde no escatima palabras para expresar su atracción y gusto por la Astronomía, misma que curiosamente se convirtió luego en mi profesión. El siempre amó a la ciencia y a las matemáticas. Sí, su mente era científica por naturaleza.

DE AGUDA INTELIGENCIA, solía tener un muy peculiar sentido del humor. Pero sobre todo, Juan Carlos fue un gran emprendedor con un corazón valiente. Por eso, siendo Delegado Presidencial, nada lo detuvo en su afán y compromiso de lograr una “radiografía” completa de lo que fue realmente el proceso de “capitalización” en Bolivia.

-AMIGO ENTRAÑABLE, todos los bolivianos fuimos testigos de la posición patriótica que asumiste en frente al ultraje de ciertas transnacionales que, en mancuerna con los sicarios locales, pretenden engañar -al más claro estilo neoliberal- a un país soberano y además empobrecido al límite. ¡Compañero, has hecho historia! una historia que los verdaderos bolivianos tienen que continuar escribiendo.

-NO TE VAMOS A OLVIDAR QUERIDO JUAN CARLOS, por siempre estarás en nuestros corazones y recuerdos... y por favor no te olvides vos de nosotros, de esos sueños que compartimos algún día. ¡Hasta lueguito hermano del alma!

(publicado en el El País, Tarija-Bolivia, 3 de Sept. de 2005)

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